Atención, la redacción de Ex – Mundo advierte: Este piriódico no es apto para su lectura durante la conducción de maquinaria pesada, vehículos por autovía, durante la ingestión de alimentos sólidos o en situaciones de peligro extremo. Con este aviso deseamos evitar más muertes, gracias por su atención.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Señor tira la toalla y se acomoda sobre glaciar.



Todavía no se sabe el motivo.

“El puñetero se tiraba hielo a las piernas”.

Cuando Ernesto Peralta se cansó, hace tres días, de la situación de España, salió de su casa dando un sonoro portazo. Los vecinos, especialmente una vecina curiosa, le preguntaron a qué lugar lo llevaban sus pasos furiosos, a lo que Ernesto no quiso responder.
Vecinos, amigos, familiares y un tortuguita que tiró por el retrete hace veinte años y que ha regresado para buscar venganza, lo han estado buscando hasta que hace unas horas unos empleados de una gasolinera lo encontraron sentado sobre un glaciar.
“Pues sí, la gasolinera financió una expedición para buscar hielo con el que rellenar el congelador, y claro, fuimos en busca de aventuras y, sobre todo, de hielo. Nos chocó mucho cuando llegamos encontrarnos allí a un señor bajito, bigotudo y barrigón que nos instaba a irnos a tomar por culo” nos narra uno de los empleados de la gasolinera.
Alarmados por la presencia del extraño hombrecillo, dieron la voz de alarma a la Guardia Civil para informarles de su hallazgo. “El ecosistema es muy sensible, e imaginamos que un tío medio en bolas sentado en medio de la nieve, no podía ser bueno”.
Miembros de la Guardia Civil y unpar de curiosos se acercaron para investigar el asunto, reconociendo a Ernesto como el extraño humano sentado sobre un glaciar. “El muy puñetero se estaba tirando hielo en las piernas”.
Según fuentes, Ernesto Peralta explicó, de forma muy amable, que se ha hartado de tanta pamplina y tanta tontería. Se ha despelotado y espera, sentado sobre el glaciar, a quedar congelado. “Quiero ser como Disney, pero cuando me despierte voy a tener menos dinero”.
La familia y varios amigos se han acercado al lugar en el que Ernesto espera quedar congelado por completo, explicándole que de todo se sale y que tal y que pum y que chin, pero Ernesto se niega a bajar de su glaciar.

“Si nos acercamos, el muy cerdo nos tira hielo”.

“Se tira hielo por encima y dice que ya empieza a notar que se le congelan las piernas, pero que por lo demás se siente bastante bien” nos explica uno de los familiares.
Por su parte, la gasolinera ha decidido utilizar a Ernesto como logo para sus bolsas de hielo, por lo que su imagen desnuda puede dar la vuelta al mundo “siempre y cuando algún camionero compre hielo y pasee la bolsa”.
Miembros de la Guardia Civil, de la Policia Nacional y del Bar Perico el Cojo se han personado en el lugar para intentar evitar que Ernesto muera congelado sobre un glaciar, sin embargo, la ley parece amparar a este señor. “No hay en las leyes nada que impida que un señor se congele a sí mismo sobre un glaciar”.
Los agentes no han podido desalojar a Ernesto de su glaciar porque “el tío cerdo nos tira hielo encima, y está muy frío”. Se está estudiando enviar a delegados de alguna entidad bancaria para desalojarlo de su posición porque “esos tíos están más preparados y entienden más de echar gente”.
¿Podría ser Ernesto el próximo hombre congelado que encontremos en un glaciar? ¿Despertará en un futuro lejano en el que los derivados del petróleo (combustibles, plásticos, Ana Obregón…) ya no tengan un lugar dominante en el planeta y todos usemos palitos de pescado para todo? ¿Es Ernesto un visionario y logrará ver el final de la crisis cuando la tecnología avance para descongelarlo, o tendrá que conformarse con que los efectivos de la Guardia Civil lo saquen a collejas del glaciar?
Muchas preguntas para un tema espinoso, pero desde la redacción confiamos en que Ernesto cumpla su objetivo… sea el que sea.
Seguiremos informando.