Atención, la redacción de Ex – Mundo advierte: Este piriódico no es apto para su lectura durante la conducción de maquinaria pesada, vehículos por autovía, durante la ingestión de alimentos sólidos o en situaciones de peligro extremo. Con este aviso deseamos evitar más muertes, gracias por su atención.

viernes, 29 de junio de 2012

La beca


Esa gran desconocida.

“Si llega a algo, tendrá que irse fuera de España”.

Hubo un tiempo, hace mucho, pero que mucho (todavía culpábamos a Zapatero de las cagadas), pedir una beca era sencillo. Si querías estudiar y tus padres no eran… por ejemplo… presidentes o ministros, pues entonces lo lógico era pillarte un trabajo o, como hacían muchos, solicitar una beca.
Para aquellos no familiarizados con el argot educativo, una beca es una prestación económica que se hace usando el dinero de los contribuyentes, el mismo que se paga en los impuestos (que ahora no sabemos a dónde coño va, porque ni sanidad, ni educación). Ese dinero se le entrega al estudiante que, si cumple ciertos objetivos académicos, podrá solicitarla, permitiéndose llegar a la universidad sin necesidad de tener un padre en las altas esferas del PP… por decir algo.
Pero eso era antes, queridos lectores, en otro tiempo, un tiempo en que el dinero fluía gracias al blanqueo ocasionado por el cambio de millones de pesetas a euros, un tiempo en el que se construían casas, casas que luego no iba a habitar nadie, pero que se construían y punto.
Ahora todo es muy diferente, porque ahora está todo más jodido. A la redacción han llegado noticias de madres que han empezado a vender los órganos más innecesarios de sus hijos para que puedan permitirse estudiar el día de mañana “que sí, que igual con un único pulmón no está tan sano como los demás niños, pero igual llega a… no sé, a ingeniero” nos cuenta una señora, sin saber que si su hijo llega a algo, tendrá que irse fuera de España para buscarse el pan.
Y es que lo de firmar un papelito para solicitar una beca ya no es el proceso, no señor. Ahora es muy diferente. “El proceso actual comparado como el de antes, es como comparar una peli en bluray con catorce horas de extras, con una peli en dvd y encima, pirata” nos explican desde un centro educativo.

“Rajoy lo desmiente, lo que confirma el asunto”.

Sí, desde luego un papel hay que firmarlo, pero este papel no es la solicitud de la beca, sino la solicitud de ingreso en lo que se llamará “campamento de verano para solicitantes de beca”.
“Hemos tomado los modelos de Auschwitz para crear los campamentos, así gaseamos a los que no lo superen porque luego serán una carga sin estudios para una sociedad lastrada” nos explica el ministro de educación, el Wert ese (¿quién mierdas se pone de apellido Wert?, hazlo entero y ponte Qwerty).
En el campamento, los solicitantes de las becas tendrán que demostrar que las merecen, realizando diferentes pruebas que van desde demostrar que son capaces de empollar una lección en un tiempo, hasta cruzar por una zanja con la barriga pegada al barro mientras que, desde arriba, varios ministros abren fuego (con fuego real, por supuesto) para que los solicitantes, demuestren su valía o acaben sirviendo como sustitutivo alimentario para sus compañeros.
La idea ha sido muy bien acogida desde Europa, que insiste en que “todos los países deberían seguir el ejemplo del país ese donde manda el tío este de la barba…, sí hombre, el que dijimos que era ministro de las Salomón… ese que es tan cortito…”.
Mientras tanto, los estudiantes esperan ansiosos a que Rajoy salga diciendo que todo es una gran broma, pero el presidente ha seguido su modus operandi, ha desmentido el asunto.
Pero Rajoy, cuando dice que no, es que sí, como cuando dijo que NO habría rescate, cuando comentó que NO se subiría el IVA o cuando le dijo a su mujer que NO iba a quedar como un gilipollas ante toda Europa.
En fin, queridos lectores, seguiremos informando.

miércoles, 27 de junio de 2012

Un trozo de apio apalea a un grupo de vegetarianos.


Rebelión en la sección de vegetales.

“Asegura que lo hizo, y dice que lo haría de nuevo”.

En el hospital Santa María del Garrotazo de Villacelbas ingresaron ayer cuatro jóvenes en estado entre “muy grave” y “velatorio inminente”. El diagnóstico fue muy claro, una paliza de las buenas.
Las sospechas hicieron que todas las miradas se dirigieran hacia los antidisturbios, pero se sabe que ellos no tienen nada que ver, estando demasiado ocupados en aporrear a todo el que lucha por sus derechos.
Todo fue diferente cuando se supo que los cuatro apalizados eran vegetarianos del grupo ultraradical “Libertad para los animales”, un adorable grupo de personas que se instalaba cada día en la puerta de los supermercados a llamar asesinos a los clientes.
La policía acudió la noche de ayer a la casa de Francisco Gurripañez, un señor que tuvo una fuerte discusión con los jóvenes en sí, pero tenía coartada y una buena explicación para su ira. “A ver, una cosa es que me llamen asesino por matar a aquellos camioneros en el bar, pero no me gusta que me lo digan por comer carne” explicó a los medios cuando fue liberado de madrugada, al saberse que en el momento de la paliza, estaba trabajando para Hacienda.
Fue entonces cuando los agentes recibieron un aviso que los llevó sobre la pista de Rodolfo Villasueca, un señor que vive en un disfraz de apio que encontró en la basura. La detención se realizó esta misma mañana cuando encontraron a Rodolfo, dentro de su disfraz, dormido al lado de un contenedor de basura.
“El detenido asegura que él lo hizo, y que volvería a hacerlo” nos explican los agentes.
Y es que Rodolfo asegura tener una buena razón para la brutal paliza que ha dejado a los cuatro jóvenes hechos unos zorros. “Yo llevo mucho tiempo viviendo en este disfraz, mi vida es este traje de apio y no consiento que nadie intente robármela. Por eso mismo les he dado una paliza, porque cuando estaba dormido, uno de ellos me mordió en la pierna, arrancándome un trozo de disfraz”.

“A nosotros nadie nos defiende”.

Según indican todos los rumores, Rodolfo ha solicitado que se lo juzgue, no como persona, sino como vegetal. “Llevo más de cuatro años viviendo como apio, dejando de lado las necesidades que tengo como humano, por ello exijo ser tratado como tal ante la ley” nos explica Rodolfo.
La petición de Rodolfo podría marcar un antes y un después en los casos de palizas a vegetarianos, ya que habría que modificar la constitución para saber cómo actuar. Ya se han ofrecido políticos españoles para hacer un apaño, como siempre, pero será Merkel quien decida…, como siempre.
“Los vegetarianos siempre hablan de que está feo comer carne, pero por lo menos a los animales los matan primero. Algunos vegetales, todavía estamos vivos cuando empiezan a comernos, y nadie nos defiende” explicó Rodolfo.
Montones de frutas y verduras han tomado las calles, sin altercados de ningún tipo (excepto en Buñol, donde las calles se han teñido de rojo cuando varios tomates salieron a reivindicar sus derechos).
Lo peor ha llegado cuando hace unas horas, se ha sabido de dos acelgas que han cocinado a un vegetariano y se lo han comido en la vía pública.
“Estamos viviendo unos momentos impresionantes, a la mierda eso de estar debajo en la cadena alimenticia” gritaban.
Seguiremos informando.