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domingo, 15 de abril de 2012

Expendedora de mascotas.

Orgullo español.

“Era ingeniero, pero acabé como cajero”.

Hace sólo unos años, cuando un hijo nos pedía tener una mascota, era el momento más tenso que podíamos encontrar en nuestra vida. Estudios y encuestas indican que los niños no suelen ser los mejores amos, provocando la muerte prematura de tortugas, peces de colores, caimanes o pajaritos.
Padres y madres han sufrido berrinches por parte de sus hijos porque “Pichí, el jilguero, está muy dormido” o “el conejito Rafael huele raro y no se mueve” y la típica “Mamá, ¿por qué cuando me he sentado encima del hámster se ha quedado quieto y plano, y no se vuelve a hinchar como en los dibujos?”.
Padres preocupados y niños con berrinche es lo que ha llevado a un grupo de jóvenes españoles a iniciar un proyecto que ha derivado en un invento de lo más imaginativo. “Pues yo estudié ingeniería, pero terminé en un Carrefur de cajero, por lo que me decidí a dar un giro a mi vida y hablé con otros amigos en mi situación, iniciando lo que llamamos el proyecto mascota”.
Empezaron con una vieja máquina de tabaco que robaron en un bar poco vigilado, añadiéndole algunas modificaciones para realizar su primer prototipo, presentado ya como el futuro de la venta de mascotas para hijos. “La mascoteitor 200 es un centro de obtención de mascotas, por el momento hemos desarrollado la máquina para que pueda contener 200 pececitos de colores, todo iguales, para que cuando a un hijo se le muera una mascota, los padres la puedan cambiar antes de que llegue el berrinche, dando al finado un honorable entierro vía W.C. mientras que el suplente reparte alegría “hasta que al niño se le olvide darle de comer, pruebe a cambiarle el agua por lejía o lo meta en la batidora, en tal caso, sólo hay que pulsar el botón y saldrá un nuevo pez”.

“Algunas parecen máquinas de preservativos”.

Prácticamente todo el diseño original de la máquina expendedora de tabaco que se usó en principio, ha desaparecido, sin embargo “durante el proceso de desarrollo tuvimos problemas para evitar que siguiera dando de vez en cuando paquetes de Fortuna, lo que nos llevó a desarrollar una línea que pueda expender monos fumadores, aunque estamos trabajando en ello”.
El diseño permite tener a 200 peces, que tendrán un tiempo estimado de vida de un año “que es el sustento que tienen en la máquina”. Debido al éxito de la máquina, ya están trabajando en modelos para hámster, jilguero, boa constrictor y agachadiza común.
Desde la comunidad europea insisten en que esta máquina tendría que estar prohibida, alegando que los españoles “sólo tienen permiso para añadirle palos a las cosas”, debido a esa cuestión, los fabricantes han añadido un palo “con fines puramente estéticos que nos permita vender en toda Europa”.
La máquina ha salido a la venta en varios centros comerciales, en diferentes colores y con diseños muy espectaculares. “Algunas las hemos hecho como si fueses máquinas de preservativos, para que los niños no sepan que es de ahí de donde salen los pequeños cambios en sus mascotas”.
Por el momento, el uso de estas máquinas empieza a extenderse, siendo la mejor apuesta por jardines de infancia que pierden a la mascota de la clase “por culpa de extraños accidentes y llamativos desastres”.
Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. Hala, buena idea, ya sé qué regalarle a mi prima cuando saque a los pececitos de su pecera para que "hagan competiciones de salto".
    Me he descojonado xdd Sigue así

    Mª José

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    Respuestas
    1. Oh, gracias, es un placer escribir en estas circunstancias xD.

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