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lunes, 30 de abril de 2012

Asalto dragón.


El misterio de las vacas desaparecidas.

“La comisaría ha recibido montones de denuncias”.

El pueblo pesquero de Casteña, en pleno centro de tierras leonesas, es uno de esos pueblos que sigue esperando el avance del mar, con montones de barcas pesqueras esperando en tierra a que llegue el calentamiento global y con él, el mar. También está a su lado la base militar de la Marina de montaña del ejército español con varias fragatas que esperan al mar y un nuevo portaaviones llamado “Montañés”.
Este pueblo que sigue esperando al mar desde que se estrenó la película de Waterworld ha saltado a la noticia debido a la presencia de un ser que parece arrancado de las leyendas e historias de los tiempos antiguos. Sus gentes evitan a las cámaras, nadie quiere hablar sobre lo que pasa y recorremos sus calles a la caza de explicaciones.
El olor del mar se hace esperar en un pueblo que sigue a la espera, a menudo se ven a los soldados en las fragatas haciendo maniobras, o intentándolo mientras los motores hacen girar matas de yerba y marean a los caracoles.
Llegamos a los prados, que desde hace años el ayuntamiento mantiene cercados para evitar que “cuando llegue el mar hasta Casteña, haya que lamentar víctimas”. A pesar de las órdenes del consistorio, varios pastores locales recorren el prado con sus vacas, cabras y varios hijos.
Y es en las caras de los pastores de mandíbula cuadrada y miradas firmes donde descubrimos una historia, que la gente de Casteña conoce pero se niega a compartir con los extranjeros.
Cuando el equipo de Ex – Mundo se colocó una boina y compró un perro grande y peludo que parecía una especie de oveja, conseguimos que nos hablaran.
La comisaría local ha recibido desde hace dos semanas montones de denuncias que tratan sobre la desaparición de varias vacas en los prados de Casteña, y aunque la policía insiste en que “seguro que han sido las corrientes marinas que se han adelantado al mar”, parece ser que las teorías son muy variadas, pero hay una que ha cobrado mucha fuerza.
En los montes cercanos a Casteña, se oculta un dragón, una bestia que ha capturado vacas de los prados para, seguramente, alimentarse.  “Doce vacas en las últimas dos semanas, y nadie ha visto nada, bueno, el Tato sí, que es el que ha visto al dragón”.

“No han logrado dar con la bestia”.

El Tato, un hombre que lleva unas dos semanas viviendo en la localidad nos invita a entrar a su casa. Tiempo atrás Tato pasó un año en la cárcel por robo de ganado y ahora es un hombre reformado, el olor de casa es fuerte y según nos dice, tiene en la tele de la otra sala un documental sobre vacas “lo que explica el ruido, los mugidos y el olor”.
Nos sirve un vaso de leche recién ordeñada y toma asiento ante nosotros para hablarnos de lo que ha visto.
“Pues sí, he visto un dragón que se llevaba una vaca, yo estaba sentado en el prado, respetando las leyes como siempre hago, cuando escuché el mugido de una vaca y vi una bestia que se lo llevaba volando hacia los montes”.
A pesar de las explicaciones de Tato, los retratos robots de la bestia, las partidas de caza en busca de ese monstruo arcaico que secuestra vacas desde hace dos semanas y la severa vigilancia de todo el pueblo que mira hacia el cielo y el control de la Marina de montaña que mantiene los cañones de sus fragatas apuntando a cualquier cosa que sobrevuele la localidad, sólo han logrado capturar dos pichones y derribar una avioneta que sobrevolaba el lugar dejando una estela química, pilotada por un famoso directivo de Cinfa.
“No perdemos la esperanza de dar con la bestia que sigue llevándose nuestras vacas cuando menos lo esperamos”.
Dejamos atrás este hermoso emplazamiento, que con la llegada del calor se llena de los primeros y esperanzados bañistas que piensan que este año será el que el mar llegue a Casteña, sin saber que desde los cercanos montes, los vigilan los ojos atentos de un poderoso dragón.
Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. Muy bueno, J.J, pero no cuela: a los dragones no les gustan mucho las vacas, prefieren a las vaqueras, jajaja!!!

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  2. Claro que sí, Bea, pero la gente es así, siempre culpan de todo a los dragones xD.

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