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martes, 27 de marzo de 2012

La evolución del ser humana sigue siendo errática.

La que nos espera.

“La evolución no lo preparó contra los osos”.

El eminente investigador Braulio West (era Braulio Pérez, pero como quiere tener renombre, se lo ha puesto a lo americano), oriundo de Valcarajo, ha sorprendido a la comunidad científica asegurando que el ser humano no tiene por qué seguir un patrón claro en la evolución, teoría que ha defendido con un documento de PowerPoint de lo más interesante en el que se explica todo.
“La gente piensa que para evolucionar es preciso tener un motivo, por ejemplo, si comemos de árboles grandes, el cuello se nos vuelve grande, mientras que si sólo comemos topillos, se nos agudizan los sentidos para encontrarlos, pero eso es totalmente equivocado” nos explica Braulio.
Este hombre, marido enamorado, padre cariñoso y tonto de su promoción en la universidad, nos asegura que el ser humano “no ha evolucionado siguiendo unos patrones fijos, sino que, todo lo contrario, ha ido dando tumbos a los largo de la evolución”.
Braulio demostró con firmes y sólidas pruebas su teoría. “Mi abuela siempre me contaba que mi abuelo falleció tras un enfrentamiento tonto con un oso, que parece ser que se negó a ceder asiento a mi abuela en un autobús estando ella embarazada de mi padre, el enfrentamiento terminó con mi abuelo en el hospital, falleciendo días después. Si la evolución fuese tal y como nos dicen en todos los medios, yo habría estado preparado para enfrentarme a un oso”.

“Igual el próximo hijo me sale loro, robot o incluso alpinista”.

Y efectivamente, la ocasión le llegó cuando se batió con un oso a torta limpia, siendo enviado al hospital donde no murió poco después “porque al oso le dio pena y no le siguió estrujando la cabeza contra el esternón”.
Braulio está muy contento con su teoría, según la cuál, es muy posible que empezásemos siendo reptiles, evolucionando a, posiblemente, ranas, cabras, un melón y finalmente al simio. “Por este comportamiento errático de la evolución humana, no me extrañaría si mi próximo hijo también sale diferente, por ejemplo, loro, robot o alpinista” nos comenta.
Al preguntarle el motivo de sus estudios, nos explicó que su hijo nació muy diferente a como lo esperaba, ya que el pequeño era como muy grande, como con el pelo rizado y así como negro. “Mi mujer me dijo que no lo entendía, que ella nunca me había puesto los cuernos con el chico que contrató el panadero, por lo que estuve hablando con los doctores para llegar a la conclusión de que los genes recesivos son todo un misterio, un día te nace un hijo negro, y al otro igual te sale una iguana”.
Y así de feliz sigue Braulio dándose cabezazos contra las teorías formuladas, mientras que desde la redacción le hemos enviado un PowerPoint explicándole qué es lo que suele significar cuando el niño tiene la piel oscura siendo blancos los padres, y sin estar muy cabreado el crío.
Seguiremos informando.

4 comentarios:

  1. Y por eso eres grande, Juanito! Mira que me he reído con esta entrada xdddddd. Encima escribes de maravilla, chico! Lo mismo eres escritor, que periodista. Grande! Un besazo, guapetón!

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  2. Vamos, no me exageres que luego me lo creo xD.
    Otro besazo a tí xD

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  3. si es que adoro cuando escribes estas noticias, J.J, eres mi sesión de risoterapia 8DDD

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