Cochinaditas experimentales.

Sí, como suena.

"Queríamos conseguir una carne más sabrosa".

Las nuevas tecnologías están cambiando la forma que tienen los humanos de ver el mundo, desde teléfonos móviles que hacen de todo (algunos incluso sirven para realizar llamadas, pero por desgracia el mío no) hasta servicios de conexión a internet realmente punteros (tampoco el mío).

Y es que las nuevas tecnologías, como ordenadores, sistemas de investigación y batamantas dobles, nos hacen la vida más sencilla, más cómoda y agradable.

El centro de estudios de la universidad de Cádiz, en colaboración con la universidad de Nueva York, han realizado varias pruebas en entornos controlados para mejorar la calidad de nuestras comidas, obteniéndose con un sencillo proceso, una carne más tierna, con más grasas y de obtención sencilla.

“Iniciamos el proyecto con un grupo control de veinte cerdos, cuya principal función en esta vida iba a ser la alimentación humana. El proyecto nos ponía en situación de acomodar de la mejor forma a los animales para que, gracias a esa comodidad, su carne resulte mucho más tierna y sabrosa”.

Según los datos que nos pasaron los investigadores, los veinte cerdos estuvieron durante todo el experimento sentados en cómodos sofás, mirándose unos a otros y gruñéndose en amena conversación sobre sabe Dios qué cosas.

“El problema llegó cuando fuimos a por uno de los cerdos para matarlo y comprobar la calidad de su carne, los otros cerdos nos empezaron a gruñir, advertirnos y denunciarnos”.

Cabizbajos ante la posibilidad de perder todo el trabajo por culpa de unos cerdos que, aunque más acomodados, habían invertido su tiempo en conversar entre ellos para volverse más inteligentes, decidieron realizar un nuevo experimento.

"La idea está siendo premiada". 

“Se añadió una televisión en la que un cerdo, al que teníamos en nómina, hablaba sobre la posibilidad de conflictos que afectarían a todos los cerdos del mundo, se les dificultó un poco el acceso a comida y pasaban el día delante de la tele, sin nada mejor que hacer. Cuando volvimos a entrar, estaban tan perdidos en la pantalla que no se atrevieron a hacer nada contra nosotros”.

Tras mantener asustados a todos los cerdos, pudieron proceder a la matanza. “Los resultados fueron magníficos, la falta de ejercicio hizo que la carne fuese tierna y sin músculos que molestasen al comer, nos pusimos hasta las cejas e hicimos que apareciese en su tele que su compañero había ido a comprar tabaco o algo por el estilo, lo que los mantuvo tranquilos hasta ahora”.

Gracias a estos experimentos, la mayor parte del mercado de productos que provienen del cerdo se ha puesto manos a la obra, modificando sus instalaciones para introducir cómodos sofás y televisiones con las que mantener distraídos y asustados a los demás cerdos.

Los investigadores han sido aclamados por la sociedad por su descubrimiento, que mejorará en mucho la calidad de la carne de cerdo para consumo humano, incluso se habla de un premio nobel y hasta cuatro Grammys.

“La verdad es que no le veo mucho mérito, la idea la tomamos de lo que hace Tele5 y los diferentes gobiernos con las noticias, no creo que hayamos hecho nada nuevo” nos explican los investigadores, sorprendidos por la reacción de la gente.

Seguiremos informando.