Complejo animal.

La enfermedad de nuestro siglo.

"Ahora no hay quien lo aguante". 

Manuela ha pedido ayuda a los medios y a todo aquél que sea capaz de ofrecérsela, y es que esta señora está pasando por un verdadero calvario. “Sí, Jesús nació y fue torturado, pero por lo menos no le querían quitar la carpintería” nos explica.

El acoso de los bancos no se frena por la llegada de la navidad, sólo se han detenido durante las cenas de empresa para hacer un descanso y han vuelto a las andadas bien provistos de bebidas y haciendo ofertas en las que regalan un calcetín a cambio de un depósito de 7000 euros.

El banco lleva una temporada tras la casa de esa buena mujer, que ya no sabe qué hacer. “Mi marido era capaz de trabajar, pero cuando se quedó en el paro cambió, ya no es el mismo”.

Efectivamente, su marido ha cambiado, los vecinos nos lo señalaban mientras hablaban de él, mientras este, ajeno a todo lo que pasaba, se dedicaba a picotear migas de pan entra las palomas del parque.

“Era un buen hombre, pero ahora no hay quien lo aguante. Se posa en las cuerdas de tender la ropa, da saltitos encima del tejado y lo que es peor, se coloca en los cables de la luz y caga sobre los coches o los peatones”.

Sí, queridos lectores, este pobre hombre, agobiado por la vida de mierda que estamos llevando los españoles gracias a lo que han hecho banqueros y políticos, ha visto su mente trastocada y desde hace semanas cree que es un gorrión.

"Seguro que trae suerte".

“No es tan extraño, la mente se protege de la mejor forma que puede, ya tengo a varios pacientes con casos similares. Tengo uno que cree ser un gato, otro que piensa que es una mecedora y a un cuñado que insiste en es que secretario pero no tiene lugar de trabajo. Lo triste es que para ellos es totalmente real”.

Los recortes en sanidad han llevado a que estas personas trastocadas mentalmente no puedan recibir la atención que merecen en su estado, al igual que otros muchos seres humanos que se han sentido así alguna vez, él todavía revolotea alrededor de la oficina del paro a la caza de algún empleo que pueda serle útil, pero de momento sólo le ha salido un trabajito por parte de Rubalcaba que quiere que siga a la Chacón y se le cague encima desde las alturas siempre que pueda “La mierda de un pájaro dicen que da suerte, y si es un tío de 126 kilos de peso, pues seguro que trae muchísima suerte” explica Rubalcaba.

“Intento que no salga de casa, por eso tengo el salón lleno de migas de pan, porque la calle es peligrosa. El marido de mi vecina creía que era un venado y hace dos días un señor lo abatió a tiros en el monte y ha colgado la cabeza en una placa a modo de trofeo”.

Nos marchamos del lugar pensativos y preocupados por el estado de este pobre hombre, que sigue posado en sus cables mientras se suelta sus regalitos sobre los transeúntes confiados, trina o incluso revolotea hacia el parque para conseguir algunas migas extras peleadas a las palomas.

Seguiremos informando.