Atención, la redacción de Ex – Mundo advierte: Este piriódico no es apto para su lectura durante la conducción de maquinaria pesada, vehículos por autovía, durante la ingestión de alimentos sólidos o en situaciones de peligro extremo. Con este aviso deseamos evitar más muertes, gracias por su atención.

lunes, 11 de julio de 2011

Atraco frustrado.


A veces, pasa.

 "La gente ya no compra bollos de crema".

De nuevo la culpable de la noticia de hoy es la crisis, lo que empujó esta tarde a Torcuato a salir a la calle dispuesto a atracar un banco. “Mi Torcuato no tiene malicia, el pobre es que es tonto” nos explica su madre.
Mientras escribimos esto, el hombre sigue arrestado, a la espera de una decisión. “Sabemos que no se va a escapar hasta el día del juicio, de hecho, no estamos seguro siquiera de si va a haber juicio”.
Torcuato era fontanero, pero con la crisis tuvo que cerrar el negocio y dedicarse, exclusivamente a vender bollos de crema. “Todo aquél que está en el gremio sabe que, vender bollos de crema, te afecta mucho psicológicamente, acabas muy mal, es peor que ir a Vietnam o a Canarias en temporada alta”, explica un veterano.
Pero, debido a la crisis, la gente no compra bollos rellenos de crema. “Se han puesto de moda esos bollos de chocolate, son baratos y los venden en paquetes de cinco, sin embargo, no es lo mismo, los bollos de crema caseros siempre serán mejores, aunque la gente no lo quiera o pueda apreciar por culpa de la crisis”.
Amargado, sin saber cómo obtener dinero para la manutención del hámster de su exmujer (“una larga historia” nos ha dicho esta), agarró la escopeta recortada de su padre, la cargo y salió a la calle.
“Desde siempre ha tenido una querencia muy rara hacia los macarrones y atracar bancos, pero bueno, nunca nos ha parecido que fuese a hacer nada malo” nos explican sus amistades. “Era un hombre de lo más normal, una persona muy tranquila, de esos a los que se les raya el coche porque ni con eso se enfadan”.
Sin encontrar mejor salida a sus problemas, Torcuato caminó hasta la sucursal local de Cajasol, que como todos los domingos, estaba cerrada. Eso no fue suficiente para detener al pobre y desesperado hombre, que se detuvo al lado de la puerta, mirando fijamente al cajero automático que da a la calle, y le apuntó con la recortada.

 "No dejaba de preguntar por el cajero".

“Empezó a meterle voces al cajero, le gritaba que, o le daba todo el dinero, o disparaba. Estaba muy nervioso, yo creo que iba de farol” nos narra una cotilla de pueblo.
Veinte minutos pasó gritando y amenazando al cajero automático sin conseguir que este soltase dinero alguno, los vecinos, preocupados por el cansancio que podía acumular el pobre Torcuato, llamaron a la policía local, que intentó por todos los medios que desistiese en su intento.
“Cuando llegamos, le dijimos que soltase la escopeta, se giró para entregar el arma y se le disparó, alcanzando al cajero de lleno. Al momento llamamos a los servicios sanitarios y al dueño del banco. Fue un disparo fortuito, desde que lo metimos al coche el pobre Torcuato no ha dejado de preguntar, llorando, por el cajero” explica uno de los participantes en su detención.
Cajasol interpondrá denuncia, ya que, según los informes médicos, el cajero automático quedó muy dañado por el impacto de los perdigones. “Además, algunos perdigones alcanzaron al tipo bajito que meten en los cajeros para que den el dinero y atiendan, a los bancos les sale más barato poner a un señor bajito que un sistema automático”.
Por el momento, Torcuato estará a disposición de los jueces hasta que los del banco dejen de dar por saco con la demanda.
Seguiremos informando.

2 comentarios:

  1. Jajajajajajaja esa es la chispa…. Muy bueno y vaya como me he reído. Xd

    ResponderEliminar
  2. Me alegro, esa es la idea, a reír, a reír mis marionetas... Muajajajajajaja

    ResponderEliminar

Lector, puedes comentar, y no te preocupes si no tienes nada importante que decir, puedes insultar también o mandar amenazas... en Ex-Mundo, estamos acostumbrados.