Frenesí electoral, agitado, no balanceado.

“Llego por la mañana, ficho y a casa”

Las elecciones ya están a la vuelta de la esquina, y se nota mucho. Zapatero y Rajoy se lanzan más puyas que nunca como si ellos pintasen algo, pero ahí los que de verdad mandan son…, son…, en fin, que no son ellos.

Pero los combatientes, los verdaderos guerreros de nuestra época, esos hombres y mujeres armados con papeletas y megáfonos que no dejan de soltar consignas contra los enemigos electorales “Zapatero la tiene pequeña” “A Rajoy le gusta la barba” y demás lindezas contra partidos a los que, por nula importancia, no menciono.

Pero el asunto va mucho más allá de las típicas disputas en el recreo entre los de izquierda y los de derechas.

En Bornos, población gaditana, se ha iniciado un brote de ansia electoral muy extraño. “Todo empezó cuando el representante del Partido Andalucista empezó a prometer, se conoce que se le llenó la boca con las palabras trabajo, juventud, pocoyo y el mamón del alcalde que tenemos, que enardecido por los aplausos desinteresados de las cinco personas presentes, siguió prometiendo”.

“Si salgo elegido como alcalde de Bornos, prometo un aerodeslizador por cada habitante, que ya está bien eso de tener que ir andando al pantano para luego nadar en esa agua infestada de esqueletos de bicicletas”.

La propuesta ha calado tan hondo que todos los políticos del pueblo prometen ingentes cantidades de aerodeslizadores, algunos incluso han prometido dos por persona y el actual alcalde, representante del Partido Popular, añadió que logrará hacer crecer el pelo a los calvos. “Si es que importa poco, de todas formas luego se les olvida, saben que no vamos a cumplir nada de lo que digamos, yo de hecho, llego por la mañana, ficho y me vuelvo a mi casa”.

Devolver los muertos a la vida, caminar sobre las aguas, multiplicar los panes y expulsar al diablo de nuestros hijos son las promesas electorales más comunes de este año.

“Yo entré asegurando que acabaría con el hambre del mundo”.

“Yo voy a votar a los del PSOE, que siempre han ido ayudando a los trabajadores” nos cuenta una señora que, evidentemente, lleva muchos años alejada del mundo.  “Yo le votaré al más joven”, nos explica un chaval, confiado en que apoyará las estupideces.

Pero las promesas electorales, inaugurar niños, besar monumentos y denunciar la situación de la población son cosas típicas en este tiempo de elecciones. “Son mentiras inocentes, de esas que no dañan a nadie” explica el alcalde con una sonrisa, “de hecho yo entré asegurando que iba a terminar con el hambre en el mundo”.

En Bornos, este año el que parece llevar todas las de ganar es el representante de Izquierda Unida, que se ha ganado el apoyo de los muchachos repartiendo botellas de ron y whiskey a los votantes más jóvenes, mientras que los del Partido Andalucista se quedan sin posibles votantes tras el error cometido cuando besaron una botella de cava y estrellaron un niño contra la cubierta de un aerodeslizador de muestra, huelga decir que el vehículo ha quedado asqueroso de sangre y ya no tiene salida “Lo hemos limpiado y pintado, pero todavía se ven las marcas de donde el crío se dejó el único diente que tenía”.

Seguiremos informando.

La cultura olmeca no deja de sorprender, uno de los vestigios dejados por esta civilización desconocida son estas enormes cabezas encontradas por los arqueólogos. Se cree que se usaban como atrezzo en películas precolombinas o como reclamos de tiendas de pisapapeles, algunos mantienen la creencia de que eran adornos para los balcones. No tiene que ver con la noticia, pero no voy a poner fotos de políticos.

 Por otra parte, al autor de fantasía (pero no que sea de fantasía estilo vestidos rosas y amplio, sino de novelas fantásticas, pero no fantásticas de muy buenas, que también) Juan Jesús Hernández le han puesto gafas, y tras veinte minutos de reloj delante del espejo llamándose gafudo, ha empezado a sentir molestias. “Le hemos tenido que poner un cono de esos que ponen a los perretes cuando no quieren que se rasquen, porque el puñetero se llega con las zarpas de los pies hasta las orejas”, dicen allegados del escritor.

Este artículo ha sido escrito, orgullosamente, con gafas.

Seguiremos informando… salvo frenesí.