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jueves, 7 de abril de 2011

Grupo de violadoras ataca.

“Pensaba que estaba muerta, pero se levantó la mu jodía, joer si se levantó”

Bornos, pequeña población gaditana que ha resistido ahora y siempre a la cultura invasora… y cualquier otra autóctona, está ahora en el centro del huracán mediático debido a los sucesos de la última semana.
“Eran cinco chicas, entre diecisiete y veintitrés años” nos explica el cabo de la guardia civil que estudia el caso para impedir que se sigan cometiendo atrocidades en este hermoso paraje serrano.
Y es que desde hace unos días se han venido produciendo terribles casos de agresiones sexuales por parte de cinco jovencitas, de las que apenas se sabe una ligera descripción. Ya van ocho lugareños violados en tres días, lo que tiene a la gente nerviosa.
“No recuerdo nada, sólo carne, carne por todas partes, bendita carne”  explica Fulgencio Salas, una de las víctimas. Fulgencio, pensionista de ochenta y siete años, paseaba por la Plaza de San Francisco cuando fue asaltado, metido a empujones en una furgoneta y brutalmente violado. “Cuando me desnudaron y me vi la chorra, pensaba que estaba muerto, pero en cuanto me rodearon aquellas muchachas, se levantó la mu jodía, joer si se levantó. Desde entonces me siento mejor, casi no me acuerdo de la artritis, no me duele la espalda y hasta el vuelto a fumar”.
“A mi manolo se lo llevaron, y no sé lo que le hicieron, pero la cara que trae ahora es de más gilipollas todavía”, explica la señora de uno de los afectados, que nos dice: “No me acuerdo de na, pero no podré olvidarlo”.


“Yo sólo digo que deberían pasarse por la iglesia”


Se rumorea que intentaron capturar al escritor andaluz autor de “Los Diez Reinos”, pero el tal J.J. se salvó. “Yo les dije claro, o me compran un libro o no entro yo en furgoneta ninguna”. Y es que hay algunos que han logrado evitar violaciones de forma absurda. “A mí sólo se me levanta si se le gritan consignas socialistas” nos cuenta un pueblerino al que le taparon la boca y lo dejaron por inútil.
Desde que empezaron las violaciones por parte de las cinco muchachas desconocidas, la gente del pueblo parece muy asustada. La Plaza de San Francisco y la Plaza del ayuntamiento, lugares en los que han capturado a la mitad de los agredidos, se ha llenado de jóvenes y ancianos, perfumados y bien vestidos que se hacen los dormidos cada vez que ven pasar una furgoneta. “A mí me secuestraron ayer en la plaza, pero cuando me pusieron a cuatro patas me di cuenta de que era el pescadero”, nos cuenta un madurito de mirada juguetona sin que eso quiera decir nada.
Los testigos no han sido capaces de identificar a las culpables, y lo más aproximado a un retrato robot que se ha obtenido son fotos de pechos, traseros y sandías.

 


Debido al creciente terror en las calles de Bornos, la policía local pone todo su ahínco para evitar desgracias colocando avisos como este en todas las calles.






Uno de los que peor se han tomado la noticia ha sido el párroco local: “Yo no me lo he tomado mal, sólo digo que deberían pasarse por la iglesia, que tal vez ni siquiera denuncie”.
“En cierto modo es peligroso para los bornenses, sin embargo, desde que las violadoras actúan, ha crecido el número de turistas que visitan Bornos, no sólo de España y el extranjero, sino de pueblos cercanos. Y claro, como es evidente así puedo sacar más tajada”, informa el alcalde de Bornos desde un banco en la plaza del ayuntamiento.
Tal vez haya sido por algo terrible, sin embargo, esto ha unido más que nunca a las familias locales, ya que en las plazas se puede ver sentados juntos a abuelos, padres e incluso hijos.
Seguiremos informando.

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