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miércoles, 9 de febrero de 2011

Misterioso y molesto panda ataca.


“Nadie está muy seguro de cómo ha podido pasar”.
 
Durante las primeras horas del día, en las estación de autobuses de Bornos, Cádiz, montones de personas esperaban la llegada del “Amarillos” de las 10:15 con destino a Villamartín. Al parecer, cuando llegó este, entre los viajeros que bajaron a la estación, figuraba un enorme oso panda que se sentó a esperar, como si fuese a tomar otro bus.
“Se sentó en una parte alejada, sacó de su maleta un periódico y pasó al menos 10 minutos leyendo”.
Los otros usuarios de la estación, esperaron mientras el panda se limitaba a leer, pero cuando terminó, enrolló su periódico, lo metió en su maleta, y quedó allí, tarareando una canción.
“El oso panda no es autóctono de esta región en concreta, y no es comprensible que se haya sentado en una estación de autobuses. Todo el mundo está confuso, nadie está realmente seguro de cómo ha podido pasar”, nos explica uno de los agentes de la policía local presentes en la zona de los hechos.
Al parecer, tras un rato de espera, se levantó y se dedicó a pasear por la estación, preguntando la hora a los demás presentes, suspirando con resignación mientras esperaba.

“Se piensa que cogió el autobús de las 11:25 con dirección Sevilla”.

Cuando se hartó de esperar, empezó a mirar mal a los demás, acercándose por la espalda, leyendo por encima de los hombros las revistas, intentando robar teléfonos móviles y señalando con sus patas delanteras a los críos que, asustados, se alejaban de él.

 Se sabe de él que es un panda peligroso, no tiene miramientos a la hora de molestar y se conoce que ha robado ya un par de teléfonos móviles.
Si lo ven, no se hagan los héroes, escapen.

“Lo peor fue cuando empezó a empujarme con la pata”, nos explica uno de los presentes.
“El abuelo se enfadó, y le amenazó con el bastón, pero el panda insistía en chuparse el dedo y metérselo al abu en el oído”, declaró uno de los más pequeños.
Según fuentes, pareció calmarse un rato mientras mordía unos brotes de bambú, mandando un mensaje de texto con su teléfono móvil, pero pronto volvió a la carga. “Sacó un piano de la maleta y empezó a tocar en medio de la estación, pero lo hacía tan mal que el piano lloraba”.
Por el momento, las fuerzas de seguridad han decidido seguirle la pista al panda, se piensa que tomó el autobús de las 11:25 con dirección Sevilla, aunque se ha perdido el rastro. Les aconsejamos no usar transporte público si deben compartirlo con un panda, podría ser el mismo.

2 comentarios:

  1. Jejejejejejejej el famoso piano xd. Raro que no haya salido la sopa. Pero es una buena historia.

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  2. Sí, una buena historia, pero tan triste como real... Cada día montones de osos panda viajan en nuestros autobuses, y durante la esperan molestan a montones de usuarios...
    Las triste realidad.

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